Domingo. El calor hace alucinar, las zapatillas parecen pegarse al asfalto; y el viento parece haberse olvidado de estas latitudes.
De la puerta deslizable de un carrefour, en Cordoba, sale un estereotipo cordobes.
Lleva una camiseta de Talleres. Sus 150 kilos parecen hacer crujir las costuras. Las manchas de sudor invaden el poliester, oscureciendo los azules. Sus manos sudan, su cara tambien. En demasia.
Sus zapatillas. Sus zapatillas alguna vez fueron plateadas, a juzgar por los despojos de colores que rodean el simbolo de Nike. Como le cuesta moverse!
No debe ser facil portar esa osamenta, no en un dia como estos.
La mancha de sudor que comienza en la espalda, se expande hasta su, alguna vez, naranja fluorescente malla. Swinguea los brazos, cual pendulo, para facilitar los movimientos, pero fracasa a cada intento.
Despues de unos 10 metros, logran llegar, el y su rechoncha mujer, acompañados por el carrito de las compras, hasta un fiat 600, pintado al cromato vermol (antioxido gris). Tres dedos son todo lo que puede introducir en la manija de la puerta, para acceder al vehiculo. No dista de un circo de elefantes, la serie de movimientos que hace para colocar las compras en el asiento trasero.
Una vez dispuestas las bolsas, se dispone a entrar, cuando escucha la risa de una joven promesa.
Esta nueva clase de "Gerente General" de 28 años. Un joven que halla graciosa la situacion de estos 150 kilos entrando en un auto de caracteristicas particulares, como "el 600". No tiene problema de hacer gracia de ello, ni bien se baja de su Volkswagen Bora 2008.
El estereotipico hincha de Talleres aborta la serie de movimientos necesarios para ingresar al vehiculo, y en tres maniobras se encuentra erguido, caminado en direccion al joven del aire acondicionado en auto caro.
Al percatarse de la situacion, el risueño joven se paraliza, no logra siquiera emitir un comentario para salvar su pellejo. La mole de sudor y odio se acerca cada vez mas.
Asi que e´ gracioso, le dice el gordo, tomandole el hombro.
No contesto mas que pa...pe...no
Una gota de sudor corrio desde la frente del gordo, evadio al ojo izquierdo, bordeando las ojeras, y circundo la nariz, para ser soplada en la cara del helado gerente, a la voz de: Sentate. Fue un solo movimiento, no hizo falta fuerza, el miedo movia al joven.
Segundos despues, con un pie en cada lateral de la cabeza del poseedor del Bora, el Tallarin se sentaba en el torso del joven, y riendo le preguntaba: ¿te parezco gracioso?
Podian escucharse crujir todas las uniones de los huesos. El sudor de la espalda del gordo empapaba la camisa Cardon celeste del joven. Su cara, roja a estas alturas, parecia estar a punto de estallar, sacudiendose para tomar un ultimo respiro.
La intencion no era matarlo, asi que contaria hasta 5 mientras estaba sentado. Cuando iba por el numero dos, se percato de que habian dos letras en el cartel del hiper que no andaban. Cuando termino de hilar estos pensamientos, el joven no esperaba salir vivo de la situacion.
Finalmente, se levanto, dejandolo tirado en el piso, y despues de las maniobras necesarias, se introdujo en su auto y se marcho.
He ahi la relatividad de las cosas.
Hace 2 meses
4 comentarios:
Ojala el súper gerentucho se haya meado encima, que se joda por boludo
Había olvidado por un momento que existía gente tan estúpida.
Amén!!!
Era todo ficcion, escrita por el que regentea este blog. Conste
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