El viernes se acerco hasta la puerta de mi oficina mi jefe, con un papel en la mano, y cara de huerfano pidiendo.
Le van a dar de baja a 15 empleados, dijo.
Estoy hasta las bolas, repetia en mi interior, pero de cierto modo me alegraba, hasta que termino la frase.
"el lunes no puede entrar mas el sujeto X" ahi es cuando yo pongo cara de sorpresa; y el no hace mas que decir cosas como "la situacion del pais" "el ritmo ha bajado" y demas, para concluir con un "que se le va a hacer..."
Domingo, 1:26 de la mañana, me voy a dormir, pero no lo logro. Doy vueltas, sigo sin lograrlo. Cigarro y computadora, no queria hacerlo, pero termine mandandole otro mail a ella. Jugando al Spider y escuchando musica de la que sirve para salar las heridas.
Me pongo en la posicion:
- De mi jefe: Y es entendible, pero al que iban a echar, le podrian haber dicho el viernes a la tarde, ya que estamos hablando de alguien que se rompe el orto para ganarse los cospeles, ademas asi no se levantaba temprano el lunes.
- Del echado: Y me indignaria, porque me hicieron levantar temprano, tomarme el bondi, venir hasta aca y se siente como una conspiracion, todos sabian desde el viernes. Es entendible en cuanto a que no hay que carajo hacer, pero "el que avisa no traiciona"
- De ella: Y me tendrian las bolas llenas los mails, por momentos creo que me pongo denso.
Finalmente vuelvo a mi posicion: A ella, que se yo. Tenia cosas para decir, no puedo hablarle por telefono, le mando mails.
A mi jefe, hay modos de hacer las cosas que no me gustan, no comparto, pero desgraciadamente no estoy en posicion de quejarme.
Al echado, que excelente reaccion.
Lunes. Me levanto con un telefono abajo de la almohada, y otro en la mano. El que suena cinco veces es el sostenido. Son las 7:30, 10 minutos mas tarde de lo que deberia levantarme.
No tengo idea si hace frio o calor, esta nublado o hay sol. Lo unico que se, es que hoy me toca volver a lo que mas odio de mi trabajo.
Llego tarde a la obra, me doy cuenta que me quede sin planillas para que la gente firme, tendre que imprimir.
Mientras prendo las computadoras, escucho como se amontonan los albañiles, hasta que escucho la voz del Señor X, que va a recibir la noticia.
Entra la primer cuadrilla, todo bien. La segunda, todo bien. Llega el turno de la cuadrilla propia. Nunca arriban todos juntos, pero hoy que me toca poner esta cara, y decir estas cosas, están todos. Son 4, están a punto de ser menos.
Le pongo el horario a todos menos a el. No se como decírselo, y los otros no se disipan.
Tomo coraje, levanto la hoja con las bajas y le digo, Señor X, te tengo una pesima noticia, y sin mirarlo a los ojos, se lo largo: "te dieron de baja, boludo".
Tiene que haber pasado un segundo entre que mire la hoja y le mire la cara. Ya se habia transformado, parecia que se le hubieran hundido los ojos. Tremendo.
Entro, busco la ropa y salio, cruzamos un par de palabras, el tipo es un caballero. Dijo que volveria, le dije que cualquier problema que tuviera, no dude en llamarme, y se fue.
Nos quedamos hablando con el que maneja la retro. Estamos todos esperando a que nos echen, no hay otra. Si yo tuviera la chance, me voy hoy mismo, pero todavia no esta.
"Nunca cierres una puerta sin abrir una ventana, abobinate"
Hace 2 meses
1 comentario:
Se parece demasiado a mi domingo, sólo que hoy tuve que levantarme y enfrentarme conmigo misma. No me disculpo por la intromisión porque así son los blogs. Así somos los bloggers (?). Saludos.
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