Chicos les traigo la carta?.Así empezó el ciclo del dolor, el cansancio y la incertidumbre que me dejaron dos días en que no sé de que manera pero de alguna cambio mi forma de ver las cosas.
La familia se veía como era, “de amor locura y muerte”.
Después de tomar una cerveza y comer una pizza, nos mudamos de local para aprovechar el precio de la cerveza.
Ahora eso de “aprovechar” cobra otro sentido, cosa que espero se vea reflejada en mi relato de la depresión inasistida.
Suele pasar que a la tercera cerveza las piernas se aflojan, la lengua también y al final uno es un ser totalmente sociable, sin intención de hacerle daño a alguien, sino todo lo contrario. Tercera cerveza, me siento bien, hace calor, de repente, me caes mejor que antes.
“Diario de motocicleta”o algo así se llamaba la película que fuimos a ver después de la tercer cerveza.
Estuvo buena, una película tipo documental que no viene al caso explicar.
Salida del cine, dos cervezas mas, y ya se quiere ir. Tercera cerveza para prolongar la reunión. Cerveza que tomamos durante la discusión “Anarquía y Argentina no va”.
Esa fue la tercera de nuevo. Se repite el ciclo: piernas flojas, lengua larga, perdida del termómetro corporal y un “síntoma” nuevo, la posición política. Durante esta discusión, uno no hace mas que reflejar ideas complicadas con palabras simples o ideas simples con palabras complicadas.
“Volver a casa”, era lo que faltaba, la parte inevitable de toda reunión en la cual uno la esta pasando bien. Ese fue el momento que me rompió la estabilidad.
(Estabilidad: cuando la esta pasando bien, puede llegar a estar contento, pero todo pasa y la depresión vuelve.)
-ok bajate, nos vemos algún día, frases como esa adornan una despedida forzada para uno de los integrantes del par.
Después de eso, solo queda acostarse, olvidarse, desintoxicarse (a esta altura suman en el haber seis cervezas).
Día siguiente: resaca, vacío, levantarse trasnochado con sueño con la boca pastosa. La duda es.....Vale la pena aguantar todo eso por una noche de “diversión, discusión y ocasión”?
Yo creo que si, porque hay que pagar un precio por todo, y eso es lo que sale pasarla bien.
Esto recién empieza !!!!
Día siguiente mas allá de la resaca, me sentía bien emocionalmente. Me puse a tallar casitas de madera con pedazos de cajón, pero me faltaba una herramienta, cuestión que dificultaba mi labor. Fue entonces cuando decidí que invertir en herramientas, que ello era algo sabio.
Quiero ir a comprar! Le pido el auto a mi abuela y le digo a mi viejo que me lleve, así me quedaba dando vueltas por ahí.
Y justo en ese momento, el “display” del televisor muestra una leyenda que me consumiría la tarde arrastrándome al aburrimiento y retrasando mi cita con la civilización. Cuando finalmente logramos salir, cancelamos la idea de comprar mis preciadas herramientas y nos dirigimos directo al ciber. Como este estaba lleno, nos quedamos solo nosotros y mi viejo se fue.
Era tal la alegría, que nos fuimos a comer y a llamar por teléfono a alguien para compartirla. Logramos comunicarnos solo con uno de los tres llamados, al cual citamos en el ciber. Esperar en el ciber iba a ser aburrido, entonces me pongo a jugar, cuando escucho una voz en tono grave que dice mi nombre, girando la cabeza me doy cuenta que era mi viejo, quien hacía apenas hora, hora y media nos había dejado ahí. Al verle la cara supe de lo que se trataba, porque de alguna manera me lo esperaba.
Salimos afuera y con cara firme nos comunica la noticia.
Y los otros?
Inmediatamente me entero, no puedo evitar pensar en mi hermana, porque se veía bastante involucrada en el caso.
Resulta ser que la noche en la que yo me fui al cine, ella se fue, y me invito, invitación a la cual yo no accedí porque me parecía sin sentido viajar hasta Carlos paz para aburrirme.
La cuestión es que tenia que estar llegando.
En el camino del ciber a casa si hubo algo que no falto fue tiempo y silencio para pensar. Este trayecto me permitió prepararme para lo que tenia que enfrentar, cuando casi llegando a mi casa encontramos a mi hermana, detenemos el auto; me bajo y me reciben con alegría, sentimiento que logro anular con dos simples pero dolorosas palabras, cargadas de sentimientos y cuestionamientos, llenas de ¿qué hubiera pasado si......?; y si yo hubiera........? ; tendría que haber.....?
En fin, les comunique la noticia.
Los otros igual que nosotros
La noticia no fue ni bien dada ni bien recibida, porque cosas como esa deben ser manejadas con cautela, tacto, etc.
Y todas estas son cosas que se desvanecen en la cabeza de mi viejo en eso momentos.
Pedro? Pregunto la voz grave en el ciber. Levanto la cabeza, me doy cuenta que es mi viejo, levanto la mano y me voy para afuera, es decir, me encargo de que vallamos para afuera.
Mirada fija hacia los ojos cansados de mi padre en espera de recibir la noticia que sabía, pero no quería escuchar.
Solamente esas dos llenaron el hueco que hubo en nuestro dialogo. Esas dos que son tan crudas que no lo dejan ni pensar a uno en el momento. Dos palabras que destrozan momentos, corazones y relaciones sin inconveniente alguno.
:-MURIO JUAN.....
Caras que no se encuentran, cuerpos que tambalean, imágenes que recorren la imaginación. Y aun así, ni con toda esta información en la cabeza uno puede imaginar o elaborar una lógica para el momento.
Creo que mi expresión fue casi como la de mi hermana, sorpresa por un lado, pero por el otro pensar en como estarán los que todavía están.....
Y ahora ¿?
Ahora viene la otra parte de la información.
Cuando me baje del auto les avise a mi hermana y a manolo, no subimos al auto de nuevo, porque si bien hubo silencio y tiempo en el auto, la charla que fue bien resumida, se baso en dos temas, el porque de la muerte, y el segundo tema fue el “acompáñenlo a marquitos que esta solo en la casa.”
Momento muy difícil, luto, duelo, muerte, fantasías de muertes muertos y los que vendrán.
¡¡¡¡ ßEsos somos los cuatro, yo, pabloco, manolo y pía.
Parecemos los simuladores! Frase a la cual uno podía responder, pero casi el total de mi cabeza estaba en ¿qué estará haciendo Marcos? Pregunta que me respondí metros mas tarde. Estaba solo, esperando que alguien llame por teléfono diciéndole lo mal que se sentía por la perdida, y como él era familiar y joven, por ese día tenia que ser el soporte sentimental de su madre, cosa que le jugo en contra el día “c”.
Largo rato fue el que pasamos ahí, hablando de cosas que venían al caso. hasta que llego la información esperada, donde se detallaba el lugar, hora, punto de partida, de llegada, etc.
Hambre
El hambre es muy sabio y nos supo ayudar en esta ocasión.
Manolo y pía sufrían de hambre, mientras a mí mi resaca no me dejaba comer mucho, así que me fui como para despejarme un rato.
Además debíamos responder al llamado de mi viejo que nos quería hacer ver por su amiga que estaba de visita.
Fue un buen momento, que facilito el retorno a lo de marcos, que fue minutos después y duro poco, porque en realidad fuimos, buscamos a Marcos (que se mostraba fuerte para soportar el dolor de su madre) y lo trajimos a ver Rambo.
Pasamos un buen momento, sin pensar en el día siguiente.
No hay dos sin tres
Hasta el 14 de agosto, hubo una semana de sol y días de verano. Pero fue ese maldito 14 de agosto en que todo empeoro.
El 14 se nublo e hizo frío, igual el 15, que fue el día del deceso. Pero no hay dos sin tres.
Ya iban dos días nublados en el contador de desgracias. Por lo tanto el día “c”, amaneció nublado como ninguno de los otros días había estado, llovía de una manera en que el agua no mojaba, solo molestaba, pero el “agüita” duro poco.
Golpe en la ventana, voz que aclama mi nombre otra vez: -Pedro, levantate! Me tenes que llevar!
Tras correr la cortina, me encuentro con la cara de mi abuela, que era la que me llamaba, diciendo levántate y abrígate que hace frió.
4 Cigarrillos para lo que falta
Manolo, vos venís?
Hermosa invitación, como para empezar la mañana.
Me dirijo a la habitación de mi hermana, intentando levantarla de una manera menos violenta de la que me había proporcionado mi abuela, y creo que lo logre.
Pía, venís?
Ya se hacia recurrente la invitación, a la cual los dos seres levantados por mi accedieron.
DIA “C”
Si te parece estúpido esto del día “c” analiza:
Catedral fue la empresa que llevo a Cordero Juan en el Coche fúnebre al Cementerio, donde lo Cremaron. A mí me basta con esos datos para ponerle el nombre a mi relato.
Vamos nomás
Después de un corto desayuno, salimos hacia la empresa Catedral, donde empezaron los problemas del llanto contenido.
Tras la puerta se ve la imagen de Sara, madre de Juan. Quien en un estado normal es loca. Puede que por eso deje que mi abuela entre primero. La verdad era que no sabia con que me podía llegar a encontrar en el edificio. Había un demonio que castigaba la imaginación, anulándola.
No sé si deje entrar a mi abuela por miedo o por que era más cercana a Sara.
Después de saludar a todos los parientes con una intención cálida y de apoyo, llega un hombre que en una frase muy corta movilizó a toda la familia física y sentimentalmente muy rápido.
Familia de Cordero Juan Ignacio? Estamos listos para salir.
Silencio de ultratumba
La salida fue rápida. El coche fúnebre iba rápido, de modo que seguirlo era como jugar al gato y al ratón en auto.
Salíamos de Catedral, en el centro y nos dirigíamos a Parque del recuerdo cementerio en el cual serian cremados los restos de Juan.
El asunto es que este cementerio quedaba lejos de nuestra ubicación, por lo cual el viaje iba a ser largo.
Largamos el viaje. La primera parte era por el centro hasta llegar a la salida a la ruta. Cuando llegamos a la ruta, el silencio era absoluto, no sé si por el sueño, la ocasión o por ambas cosas.
En un intento desesperado por escuchar algo prendí la radio y me di cuenta que no había caso, que era un momento de silencio. Desde el punto de salida al de llegada hubo pocos comentarios que no tenían nada que ver con la situación y no necesitaban respuesta, cosa que no forzó a nadie a entablar una conversación.
Welcome to the jungle
Llegamos al cementerio y lo primero que se presenta es un cartel que dice “Parque del recuerdo” basura de frase para estas ocasiones. Cartel que nadie quería ver, pero todos vieron porque allí estaba, con letras de metal cromadas, llamativo a propósito.
Estacionar fue fácil, porque a diferencia del súper, nadie va al cementerio a pasarla bien y ver cosas.
Que momento
Caminar cien metros para ver como todos lloran y bajan los restos de un familiar no esta bueno, pero había que hacerlo por los otros. Además, si había llegado hasta ahí, no podía faltar ahora.
Se baja el chofer, y da las directivas para llevar el cajón hacia la bandeja que lo metería al crematorio.
Marquitos, veni rápido, agarra de acá. Palabras fuertes para un momento horrible.
No solo no podía sufrir en paz sino que tenia que hacer fuerza para llevar el cajón y no ver nunca mas a su tío.
¿Entramos?
Todos entran, vamos.
No sé si me animo a este momento. Pero entro igual para estar, sabiendo que este es uno de los momentos mas duros, sin restarle importancia a los otros.
La sala velatoria es tétrica, decoración de angelitos gordos con mejillas rozadas. Flores típicas de funerales.
Había que estar ahí, y nosotros estuvimos, para los que nos necesitaron y para los que no. Quizás no era necesario, pero si lo hubiere sido, y nosotros no hubiéremos estado, podría haber sido terrible.
Sacate las nubes de la cabeza
Marcos, vamos afuera así te despejas.
Dale anda dijo la madre sabiendo por lo que pasaba.
Tanto sabia por lo que pasaba, que fue ella quien fue afuera con él. Después de una larga caminata volvieron. Pero el dolor todavía se reflejaba en sus caras. Los ojos todavía hinchados por el llanto, la nariz roja; pañuelos de tela y descartables. Todas estas son cosas que componen situación en las que son totales protagonistas los poseedores de ellos.
¿Por qué no vamos a tomar un café? Pregunta sabia de mi abuela, para mi desgracia, estas situaciones dejan frases y acciones justas para rematar con una broma totalmente fuera de lugar, cosa que no puedo detener, el inconsciente se libera y toma la boca como si le perteneciera.
Polémica en el bar
Repuestos un poco, los que estaban sentados en la mesa empiezan a hablar sobre el futuro de Sara, la madre de Juan.
Hablan sin llegar a nada, se repiten lo mismo por horas y finalmente llegan a decir: esta bien, sin siquiera saber lo que dicen.
Ya todos se sentían mejor, y algunos decidieron emprender el largo camino a casa. Una de las que decidió eso fue mi abuela, que como era la dueña del auto, nos hizo ir a todos, en especial a mí, que era el chofer de su auto.
Durante el camino hablamos un poco con marcos, como para despejarlo, y lo logramos, en especial mi abuela, cuando dijo: vamos a desayunar al disco.
Pocas ideas o frases conmovieron a marcos esa mañana.
Ya estando en el disco, pedimos el desayuno y lo comimos.
Después de un rato, me di cuenta que toda la pesadilla podía terminar ahí, en realidad, no terminaría, pero por lo menos, podría ir completando las ideas con las que empezó toda la pesadilla.
Finalmente, tras comprar cigarrillos decidí resolverlo, enterrar todo esto y seguir como si nada hubiera pasado. Vivir con el recuerdo de jugar al colectivo, que en esa época era el 55, la calculadora pegada en la bici y por ultimo bañarnos en el canal.
Queres saber algo, ahora ya esta, ya no me debes veinte, creo que yo estoy en deuda con vos.
Pedro Lozada, sin risa esta vez, puede que con dolor. Pero sin dolor no sabríamos lo que es la alegría.
Gracias y perdón a los que se van a ofender con esto.
Hace 2 meses
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