Evitando el ablande?

Llegamos a Retiro con poco mas que lo puesto y una conservadora. Buenos Aires se abría calurosa ante nuestras campesinas miradas. Decidimos caminarla, para no perder los detalles. Hasta la mierda olia diferente, y queríamos ser testigos.
Nos acompañaba un fernet de medio litro y unas gaseosas para disolver, no hay distancias que puedan con eso.
Frenamos en una plaza/playa de estas que se instalaron hace poco. Un bodrio de idea, pero la excusa perfecta. Nos íbamos poniendo un litro a medida que caminabamos, y eso estaba muy bien.
Mientras el sol daba batalla, las piernas perdían consistencia y la frente goteaba con ansias. A (pocos) kilómetros, MetallicA.
Entre vasos, palabras e ideas, se nos fue el Branca. En adelante se harían mas recurrentes las paradas, el camino era largo y la Quilmes dura poco.
A pura boca ancha nos abrimos camino por belgrano. La gente intentaba ser linda, pero no paraba de dar asco, mostrando todo a los que no tienen nada. Nosotros nos dedicamos a lo nuestro, seguimos caminando.
La sombra nos siguió girando alrededor, y seguimos sin prestarle atención al reloj.
Para cuando Almafuerte subía, seguramente, nosotros estábamos en un espacio verde con dos muchachos que se acercaron por la necesidad de hielo, y se quedaron por las similitudes que supimos encontrar.
Una vez en el estadio, la gente, la cola, los colados, la rutina del recital.
Entraron.
Esos que una vez te daban ganas de salir, romper, cantar, gritar, vivir...pero ahora viejos.
Los años, las adicciones, el dinero, o vaya a saber que, los cambiaron.
Esto no era como lo soñé por tanto tiempo. Así que aquello en lo que la banda falló, lo busque en la gente, que a puro empujón y codazo en la cara, supieron darme.
Salimos, quilombo, bondi, retiro.
Otra vez en el comienzo, pero con una cruz en la lista de cosas que tenia que hacer antes de morirme.
Ahora a esto, no me lo debo.